En plena sierra de Estepa, nuestros almendros nos proveerán de las almendras que usaremos para elaborar nuestros productos la próxima Navidad. El fruto estará listo para consumir a finales del mes de agosto, por lo que garantizamos el origen y trazabilidad de nuestros productos, garantizamos una almendra recién cogida y cultivada por nosotros mismos a una distancia de 8 km desde la fábrica.
Cultivamos las variedades Marcona y Garrigues, además de otras como la Guara y Glorieta, variedades muy conocidas y demandadas, son muy dulces y tienen un alto contenido en ácidos grasos saludables, recomendados en nuestra Dieta Mediterránea.
La floración se produce en el momento en que las temperaturas aumentan unos grados, alejándose del crudo invierno, es en ese momento cuando el ciclo del árbol cambia, se reactiva la sabia y comienza un nuevo ciclo vegetativo. Es de vital importancia durante la floración, la participación de miles de abejas, repartidas en cientos de colmenas, que favorecen la fertilización de las flores, intercambiando el polen en sus constantes idas y venidas por los árboles.
La floración tiene una duración de no más de dos semanas, en las que se deben de dar unas condiciones especiales de baja humedad y poco viento, para favorecer el vuelo de las abejas. Pronto aparecerán las hojas, cuando el fruto ya haya “cuajado”, y la planta entrará con un gran vigor en la primavera, brotando tanto en hojas como tallos, que será la madera nueva para el año siguiente.
Los almendros en flor es un gran espectáculo tanto para la vista como para el olfato, pasando por una amplia gama de colores rosáceos y blancos. El olor de las flores es muy característico también y muy agradable. Por si esto fuera poco, también se puede apreciar un sonido curioso al pasear por entre los almendros, es el zumbido de las abejas, que estando ocupadas recolectando la miel, no se preocupan de las personas que nos acercamos a verlas.
Os invitamos a ver este precioso espectáculo que ocurre una vez al año.